FELICES FIESTAS...A VECES


  
 En ocasiones el ánimo, la ilusión del encuentro y la diversión se ven truncados por una artillería de conflictos. En todas las familias, como dice el refrán, se cuecen habas, porque lo humano siempre está presente y hay que lidiar con sus manifestaciones: celos, envidias, deseo, amor, odio...Si nos bañamos por un ideal de cómo deben ser las familias, las relaciones...no se corresponderá con la realidad, nos veremos inmersos en esa novela familiar, matiz de telenovela, donde esa fantasía nos impedirá disfrutar del aquí y ahora.
    Nuestra corriente afectiva se va desarrollando en base a nuestros fantasmas familiares, es decir, esas relaciones que yo percibo, interpreto o fantaseo en nuestra realidad psíquica (lo hacemos incluso sin darnos cuenta, en un plano inconsciente ). De ahí nos viene la información y la manera o bien de resolver un conflicto, mantenerlo o incluso buscarlo, porque una de las formas de la memoria es la repetición. Cuando nos posicionamos ante todos los aspectos de la vida de la misma forma sin saber porqué y además generando un malestar, es que lo reprimido retorna.Por no poder poner en palabras lo que nos sucede, no resolverlo, a veces enfermamos o generamos unas malas relaciones, plagadas de conflictos donde se descargan y se proyectan todos esos afectos no resueltos.
    Cualquier cosa no se puede decir en cualquier lugar, mejor hablarlo antes, con una escucha activa, para no ir exhibiéndonos en público. Tampoco se puede pretender cambiar a los demás. La transformación, siempre comienza en uno mismo. Aunque la tolerancia suene a tópico, pensar qué de mí tiene esa persona que tanto rechazo, viéndolo desde otra perspectiva, hará que las fiestas sean menos indigestas.

Laura lopez psicóloga-psicoanalista
www.psicoanalistaenmalaga.com
telf 610865355           



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