MI HIJ@ ESTÁ INCONTROLABLE


   La adolescencia, una época en la que no sólo hay una METAMORFOSIS a nivel físico, sino también a nivel psíquico y que se hace aún más difícil no por este hecho, que es una continuación de la etapa infantil donde también hay grandes modificaciones, sino por la SEPARACIÓN DE LOS PADRES PARA INGRESAR EN LA ADULTEZ. La familia ha de dejarse atrás para aventurarse en la construcción de la propia vida. Tanto el niño como la niña ven a sus progenitores como figuras ideales e incluso quieren llegar a parecérseles. Pero a medida que van desarrollándose y como paso inevitable, los compara con otros padres y ese IDEAL SUCUMBE. Contemplan incluso la posibilidad de ser adoptados haciendo uso de ello en su fantasía. Siempre se han ido sucediendo ocasiones donde no han sentido haber recibido “lo que debieran”, “suficiente amor”, etc. Aunque un hijo o una hija pidan más UN NO ES LO MÁS NECESARIO, pues para ellos nunca nada va a ser suficiente. En sus relaciones con los otros, en el trabajo, con su pareja, etc. llegarán a pretender que los demás actúen de la misma manera, y la FRUSTRACIÓN O LA INTOLERANCIA pueden gobernar sus vidas. Han de aprender a ganarse las cosas.
   Los hijos a veces en lugar de ser un proyecto de persona adulta, se utilizan como una PROYECCIÓN DE LOS MISMOS PADRES, lo que no pudieron o no quisieron ser, pretenden ahora realizarlo a través de ellos y claro, los cargan de exigencias. Hay que ofrecerles POSIBILIDADES PARA QUE PUEDA ELEGIR y ofrecer una escucha activa. Los hijos NO SON PROPIEDAD DE LOS PADRES y a veces se transmiten frases muy negativas acerca de lo ajeno familiar como “no te fíes de nadie”, “cuidado con la gente, que pueden hacerte mucho daño”, “no hables con tal persona”, “no me gusta nada fulanito”...que “retienen”, más allá de lo estipulado por la especie, a los hijos en el nido familiar. LA FAMILIA HA DE PERMITIR EL DESARROLLO DE SUS MIEMBROS, estimularlos, transmitir unos valores pero permitir esa toma de decisiones porque son las decisiones las que hacen que nos rodeemos de las personas adecuadas para seguir los pasos por eso es muy importante la escucha y enseñarles a pensar. El “porque sí” o el “porque no” anulan el diálogo y han de aprender a conversar. Además lo que les gusta ahora no les tiene que gustar más adelante.
   Por otro lado, aunque los padres se preocupen por el futuro de los hijos, en ocasiones se les envía un mensaje muy negativo a la hora de incentivarlos. Por ejemplo, ¿cómo puede pretender que se motive con los estudios si uno mismo no le enseña ese amor a los libros? ¿Lee, se preocupa por la cultura, tiene un espacio para ello en su vida?¿Qué les transmiten acerca de su trabajo? LA TRANSMISIÓN DEL DESEO, POR TRABAJAR, POR APRENDER, EL AMOR POR SABER, ES LO MÁS IMPORTANTE, y con frases como “vete a tu cuarto, lo que tienes que hacer es ponerte a estudiar”, “si me tocara la lotería iba a trabajar quien yo me sé”, se transmite el estudio, el trabajo como algo negativo casi como un castigo. El trabajo permite cambiar la naturaleza, aquello que no nos gusta poder transformarlo.
   Una cuestión muy importante es no olvidar el lugar que les corresponde a los padres frente a los hijos. Se pasó de un modelo muy autoritario a otro en el que se eliminan esos lugares y más que un padre y una madre parecen amigos. No olvidemos que así no hay estructura psíquica de lo que es un padre y una madre. Ellos necesitan estas figuras, amigos ya tienen.
Aunque los CASTIGOS se pueden pensar como algo necesario, A VECES FUNCIONAN COMO ALIVIO, calman una situación de culpa inconsciente por lo que incluso pueden llegar a cometer ciertos delitos para luego ser pillados. Nada es lo que parece y consultar con un profesional hará que se transforme esa complejidad.
   También hay que PERMITIR QUE SE EQUIVOQUE porque no hay un solo camino para hacer las cosas, a veces el error es lo bonito, porque te enseña otros caminos. Han de aprender a ser responsables.
   Y cuidado con querer TRATARLOS DE UNA MANERA ESPECIAL PORQUE HAYAN SUFRIDO ALGUNA ENFERMEDAD, SUS PADRES SE HAYAN SEPARADO, O CUALQUIER CIRCUNSTANCIA que crean ser generadora de “lástima” y querer compensar esas dificultades. Llevará a que reivindiquen un trato con los demás que generará mucho rechazo, incluso pueden llegar a creer tener más derecho que los otros y que se lo merecen todo, llegando a cometer injusticias.

   La REBELDÍA es una de las cuestiones que más quebraderos de cabeza conllevan, pero hay que entender que es NECESARIA porque crecer también es no estar de acuerdo. Necesitan afirmar la diferencia. Cuando dos personas piensan lo mismo siempre es que uno está sometida a la otra. La autoridad tienen que cuestionarla porque les permite situar a su familia con respecto a otras,a tener compañeros y poner su INTERÉS es otros objetos sexuales diferentes a la familia.
   La maduración sexual posibilita un nuevo tipo de goce, y a veces las sensaciones voluptuosas que su cuerpo les hace sentir puede llevarles a tener miedo a su sexualidad y cursar con angustia. También hay que puntualizar que libertad sexual no es ausencia de límites sino el que puedan decidir el momento apropiado con la persona adecuada. Pero la SEXUALIDAD NO ES SOLAMENTE GENITALIDAD, también es bailar, reunirse, leer ,hacer deporte...digamos que la sexualidad está puesta también al servicio de la creación, dar lo que no se tiene a quien no es. Un camino para la moral es el arte, la cultura, el trabajo, son lugares donde encuentra una realización y los procesos creativos tienen que ver con la salud mental.
   A veces se hace necesario acudir a un profesional para poder ayudarles a determinar lo que realmente está en juego en la complejidad de las relaciones. Pueden no saben expresar lo que les ocurre y padecer de angustia e incomprensión, agresividad, aislamiento, fracaso escolar... Ahora tocan otras pautas educativas diferentes a las niñez y pedir ayuda también es un signo de madurez. UN PADRE Y UNA MADRE IMPOSIBLES TAMPOCO SON UN PADRE Y UNA MADRE. Ya lo dice Miguel Hérnández en sus versos “Sangre que no se desborda, juventud que no se atreve, ni es sangre, ni es juventud, ni relucen, ni florecen”.


Laura López Psicoanalista de Grupo Cero y Psicóloga
Telf.: 951 21 70 06/ 610 865 355


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