TRAS LA CHARLA DE AYER, EN LA QUE SURGIERON MUCHAS DUDAS Y CUESTIONAMIENTOS ACERCA DE LO QUE ES EL PSICOANÁLISIS, CÓMO FUNCIONA COMO MÉTODO TERAPEÚTICO, QUE SI ES TODO LO RELACIONADO CON EL SEXO, ETC, OS DIGO QUE:
PUNTO
NÚMERO 1
EL PSICOANÁLISIS ES UNA CIENCIA, es la ciencia del lenguaje habitada por el sujeto, donde su objeto de conocimiento es el INCONSCIENTE. Sin saber del concepto de inconsciente no puede ser práctica científica, sería práctica ideológica, porque frente a cualquier obstáculo de la realidad se transformaría y no se podrían prever los resultados. Su método es la interpretación-construcción y la técnica la asociación libre en la transferencia.
Es una ciencia conjetural, donde desde el objeto de conocimiento se va a la determinación de lo real. Lo real existe después. Es una ciencia de efectos. Desde el efecto es que determino las causas. Reconstruyo las operaciones que son las del lenguaje (de ahí a que digamos que es una ciencia del lenguaje, porque todo en el ser humano está tocado por la palabra) que son el desplazamiento, la condensación, la puesta en escena y la simbolización. Son las mismas operaciones que utiliza el sueño para deformar el deseo inconsciente. Esto es lo que Freud nos trajo, esta genialidad, los síntomas y los sueños tienen los mismos mecanismos. Descubrió cómo funciona nuestra mente, tanto en las personas sanas como en las personas con trastornos. Tenemos los mismos mecanismos psíquicos y la diferencia entre unos y otros es cuestión de cantidad, es la manera de renunciar al deseo incosnciente, que en muchos casos, es a través de la enfermedad. Hay que distinguir lo manifiesto de lo latente. Es como si viéramos la punta del iceberg y no supiéramos que debajo hay toda una producción que no se ve pero que está ahí conformándolo todo. No se ve pero existe. Lo aparente no va a ser, va a ser otra cosa. Hay un saber no sabido en todos nosotros.
EL PSICOANÁLISIS ES UNA CIENCIA, es la ciencia del lenguaje habitada por el sujeto, donde su objeto de conocimiento es el INCONSCIENTE. Sin saber del concepto de inconsciente no puede ser práctica científica, sería práctica ideológica, porque frente a cualquier obstáculo de la realidad se transformaría y no se podrían prever los resultados. Su método es la interpretación-construcción y la técnica la asociación libre en la transferencia.
Es una ciencia conjetural, donde desde el objeto de conocimiento se va a la determinación de lo real. Lo real existe después. Es una ciencia de efectos. Desde el efecto es que determino las causas. Reconstruyo las operaciones que son las del lenguaje (de ahí a que digamos que es una ciencia del lenguaje, porque todo en el ser humano está tocado por la palabra) que son el desplazamiento, la condensación, la puesta en escena y la simbolización. Son las mismas operaciones que utiliza el sueño para deformar el deseo inconsciente. Esto es lo que Freud nos trajo, esta genialidad, los síntomas y los sueños tienen los mismos mecanismos. Descubrió cómo funciona nuestra mente, tanto en las personas sanas como en las personas con trastornos. Tenemos los mismos mecanismos psíquicos y la diferencia entre unos y otros es cuestión de cantidad, es la manera de renunciar al deseo incosnciente, que en muchos casos, es a través de la enfermedad. Hay que distinguir lo manifiesto de lo latente. Es como si viéramos la punta del iceberg y no supiéramos que debajo hay toda una producción que no se ve pero que está ahí conformándolo todo. No se ve pero existe. Lo aparente no va a ser, va a ser otra cosa. Hay un saber no sabido en todos nosotros.
PUNTO
NÚMERO 2
SE HABLA DE LA SUBJETIVIDAD DE LA INTERPRETACIÓN PSICOANALÍTICA, QUE CÓMO SON LOS PASOS, QUE CÓMO TRABAJA EL PSICOANALISTA, EN QUÉ SE DIFERENCIA DE LA PSICOLOGÍA...
Bien, un psicoanalista es alguien que ha de estar en formación continua (seminarios de estudio de la obra de Sigmund Freud, de Jacques Lacan...), atravesado por la teoría del Psicoanálisis, con supervisiones de casos y psicoanálisis personal. Eso requiere estar en una escuela de Psicoanálisis, donde se cumplan estos preceptos.
Hay una frase que dice que cuando nada de lo dice el paciente me recuerda a mí, soy psicoanalista. En el sentido que es una función, donde el psicoanalista deja su mente en blanco, dejar a un lado su personalidad o su opinión personal, tiene una escucha flotante, donde va a escuchar, no lo que el paciente le pasa en su día a día, lo manifiesto, sino lo latente, esas “señales” que hablan de lo inconsciente: lapsus, repetición de palabras, olvidos, sueños....
Hay una implicación en todo lo que nos pasa en la vida, y aunque a veces pueda chocar porque pueden llegar a repetirse situaciones o relaciones “sufrientes” hay siempre una satisfacción de un deseo inconsciente. Los síntomas (aquello que se repite) es como una realización de un deseo sexual infantil reprimido, esto es,inconsciente. Lo que la conciencia rechaza, parece no querer, responde en realidad a un deseo nuestro . Eso precisamente es lo que produce una fuerte resistencia, que todo lo que nos pasa tiene que ver con nosotros, que la vida se teje en base a nuestros deseos inconscientes, y como queramos ir ciegos a ellos, más vamos a padecer de ellos. Hay señales revestidas de casualidad que no le damos importancia, pero que señalan algún conflicto psíquico, PORQUE TENEDLO CLARO A PARTIR DE AHORA , HAY UN OTRO DE TI MISMO. ESTAMOS HECHOS PARA NO SABER DE CIERTOS PROCESOS PSÍQUICOS QUE RECHAZAMOS.Y AHÍ ENTRA EN JUEGO LO REPRIMIDO. La represión es un mecanismo psíquico necesario. En un momento del crecimiento, a través de la educación, se tiene que reprimir toda esa sexualidad infantil, que son los celos, la envidia, los deseos incestuosos, la hostilidad... ahí es donde se funda el aparato psíquico, que es el pasaje de lo que se denomina El Complejo de Edipo, es la máquina hominizante. Se instaura función padre, función madre, hay un juego de identificaciones, y más adelante hombre y mujer, los cuatro sexos en psicoanálisis. Alguna falla en alguna de estos sexos va a haber problemas con nuestra realidad (ejemplo con la autoridad, en las relaciones afectuosas, etc...). El deseo inconsciente, la líbido, es esa energía incesable, la que nos permite vivir, movernos, trabajar, relacionarnos con otros...pero que si sabemos canalizarla nos permitirá llevar una vida mucho más satisfactoria y rica que si no tenemos esa instrumentación, que aporta el psicoanálisis . Hay diversos mecanismos psíquicos que nos dejan en esa ceguera: la proyección, la transformación en lo contrario, el desplazamiento, la conversión...
Los organismos más primitivos ante estímulos externos responden al medio a través de la motilidad. En el ser humano, en su complejidad, recibe tanto estímulos del exteriores como del interior. La respuesta parte del Yo, que es el que decide entre las instancias del Ello y del Superyo qué repuesta es la más adecuada. Pero, en ocasiones, hay pensamientos, deseos, que parten del Ello y que el Superyo rechaza enérgicamente porque nuestra moral no los tolera y ni siquiera van a aparecer en la conciencia, son reprimidos. Reprimir es separar el afecto de la representación. Pero ese afecto, esa energía libidinazada, pulsa por salir al exterior, y en un fallo de esa represión, se manifiesta, pero tiene que hacerlo disfrazada, esto es, hay mecanismos psíquicos (condensación, desplazamiento, puesta en escena, elaboración secundaria) que transforman y disfrazan ese deseo inconsciente para que nuestra conciencia no sepa de él, y ahí es donde podemos hablar incluso de síntoma.
La interpretación es inconsciente, uno no sabe de antemano cómo se va a producir.
El curso de la terapia psicoanalítica se desarrolla en el marco de la transferencia, que es la relación que va estableciendo entre el psicoanalista y el paciente, que está sostenida por el pacto psicoanalítico: un contrato del pago de honorarios y los horarios. El paciente debe asociar libremente, que es dejarse llevar por el habla, decir todo lo que se le ocurra sin censura. Esto es muy importante, porque en las conversaciones con los demás uno se calla ciertas cosas, unas le parecen una tontería, algo amoral...el Psicoanálisis no juzga y precisamente nos dice que enfermamos en ese tejer de lo que escapa a la represión, donde hay palabras, pensamientos, afectos que no puedo pronunciar y que se disfrazan , como hemos mencionado anteriormente. Se van derribando las resistencias, porque precisamente se ha generado todo un trastorno para no saber de eso. Se va viendo cómo es que piensa su realidad, que se refleja en el deseo puesto en acto, cómo hace con las curvas de su deseo, cómo renuncia, cómo posterga... incluso con la figura del psicoanalista lo actúa, no recuerda, pero lleva en acto en esa relación su “verdad.” IMPORTANTE, LO QUE NO SE RECUERDA, SE ACTÚA, SE REPRESENTA UNA Y OTRA VEZ.
SE HABLA DE LA SUBJETIVIDAD DE LA INTERPRETACIÓN PSICOANALÍTICA, QUE CÓMO SON LOS PASOS, QUE CÓMO TRABAJA EL PSICOANALISTA, EN QUÉ SE DIFERENCIA DE LA PSICOLOGÍA...
Bien, un psicoanalista es alguien que ha de estar en formación continua (seminarios de estudio de la obra de Sigmund Freud, de Jacques Lacan...), atravesado por la teoría del Psicoanálisis, con supervisiones de casos y psicoanálisis personal. Eso requiere estar en una escuela de Psicoanálisis, donde se cumplan estos preceptos.
Hay una frase que dice que cuando nada de lo dice el paciente me recuerda a mí, soy psicoanalista. En el sentido que es una función, donde el psicoanalista deja su mente en blanco, dejar a un lado su personalidad o su opinión personal, tiene una escucha flotante, donde va a escuchar, no lo que el paciente le pasa en su día a día, lo manifiesto, sino lo latente, esas “señales” que hablan de lo inconsciente: lapsus, repetición de palabras, olvidos, sueños....
Hay una implicación en todo lo que nos pasa en la vida, y aunque a veces pueda chocar porque pueden llegar a repetirse situaciones o relaciones “sufrientes” hay siempre una satisfacción de un deseo inconsciente. Los síntomas (aquello que se repite) es como una realización de un deseo sexual infantil reprimido, esto es,inconsciente. Lo que la conciencia rechaza, parece no querer, responde en realidad a un deseo nuestro . Eso precisamente es lo que produce una fuerte resistencia, que todo lo que nos pasa tiene que ver con nosotros, que la vida se teje en base a nuestros deseos inconscientes, y como queramos ir ciegos a ellos, más vamos a padecer de ellos. Hay señales revestidas de casualidad que no le damos importancia, pero que señalan algún conflicto psíquico, PORQUE TENEDLO CLARO A PARTIR DE AHORA , HAY UN OTRO DE TI MISMO. ESTAMOS HECHOS PARA NO SABER DE CIERTOS PROCESOS PSÍQUICOS QUE RECHAZAMOS.Y AHÍ ENTRA EN JUEGO LO REPRIMIDO. La represión es un mecanismo psíquico necesario. En un momento del crecimiento, a través de la educación, se tiene que reprimir toda esa sexualidad infantil, que son los celos, la envidia, los deseos incestuosos, la hostilidad... ahí es donde se funda el aparato psíquico, que es el pasaje de lo que se denomina El Complejo de Edipo, es la máquina hominizante. Se instaura función padre, función madre, hay un juego de identificaciones, y más adelante hombre y mujer, los cuatro sexos en psicoanálisis. Alguna falla en alguna de estos sexos va a haber problemas con nuestra realidad (ejemplo con la autoridad, en las relaciones afectuosas, etc...). El deseo inconsciente, la líbido, es esa energía incesable, la que nos permite vivir, movernos, trabajar, relacionarnos con otros...pero que si sabemos canalizarla nos permitirá llevar una vida mucho más satisfactoria y rica que si no tenemos esa instrumentación, que aporta el psicoanálisis . Hay diversos mecanismos psíquicos que nos dejan en esa ceguera: la proyección, la transformación en lo contrario, el desplazamiento, la conversión...
Los organismos más primitivos ante estímulos externos responden al medio a través de la motilidad. En el ser humano, en su complejidad, recibe tanto estímulos del exteriores como del interior. La respuesta parte del Yo, que es el que decide entre las instancias del Ello y del Superyo qué repuesta es la más adecuada. Pero, en ocasiones, hay pensamientos, deseos, que parten del Ello y que el Superyo rechaza enérgicamente porque nuestra moral no los tolera y ni siquiera van a aparecer en la conciencia, son reprimidos. Reprimir es separar el afecto de la representación. Pero ese afecto, esa energía libidinazada, pulsa por salir al exterior, y en un fallo de esa represión, se manifiesta, pero tiene que hacerlo disfrazada, esto es, hay mecanismos psíquicos (condensación, desplazamiento, puesta en escena, elaboración secundaria) que transforman y disfrazan ese deseo inconsciente para que nuestra conciencia no sepa de él, y ahí es donde podemos hablar incluso de síntoma.
La interpretación es inconsciente, uno no sabe de antemano cómo se va a producir.
El curso de la terapia psicoanalítica se desarrolla en el marco de la transferencia, que es la relación que va estableciendo entre el psicoanalista y el paciente, que está sostenida por el pacto psicoanalítico: un contrato del pago de honorarios y los horarios. El paciente debe asociar libremente, que es dejarse llevar por el habla, decir todo lo que se le ocurra sin censura. Esto es muy importante, porque en las conversaciones con los demás uno se calla ciertas cosas, unas le parecen una tontería, algo amoral...el Psicoanálisis no juzga y precisamente nos dice que enfermamos en ese tejer de lo que escapa a la represión, donde hay palabras, pensamientos, afectos que no puedo pronunciar y que se disfrazan , como hemos mencionado anteriormente. Se van derribando las resistencias, porque precisamente se ha generado todo un trastorno para no saber de eso. Se va viendo cómo es que piensa su realidad, que se refleja en el deseo puesto en acto, cómo hace con las curvas de su deseo, cómo renuncia, cómo posterga... incluso con la figura del psicoanalista lo actúa, no recuerda, pero lleva en acto en esa relación su “verdad.” IMPORTANTE, LO QUE NO SE RECUERDA, SE ACTÚA, SE REPRESENTA UNA Y OTRA VEZ.
Y
PUNTO NÚMERO 3
SI NO CONOCEMOS DEL CONCEPTO DE INCONSCIENTE ACTUAREMOS COMO EN TIEMPOS PRECIENTÍFICOS, DONDE LA FIEBRE NO ERA UN SÍNTOMA, SINO LA ENFERMEDAD MISMA, ANTES DE DESCUBRIR QUE EXISTÍAN LOS MICROBIOS
SI NO CONOCEMOS DEL CONCEPTO DE INCONSCIENTE ACTUAREMOS COMO EN TIEMPOS PRECIENTÍFICOS, DONDE LA FIEBRE NO ERA UN SÍNTOMA, SINO LA ENFERMEDAD MISMA, ANTES DE DESCUBRIR QUE EXISTÍAN LOS MICROBIOS
Una
interpretación es el recorrido de ese trabajo para producir el deseo
inconsciente, un señalamiento de algo que ya está a punto de ver el
paciente, gracias a las sesiones donde asocia libremente y ha ido
derribando esas resistencias, pero no es ni siquiera un acierto, una
verdad, es romperle el sentido, no es hacer lo inconsciente
consciente, sino producir ese deseo inconsciente, romperle esa cadena
que lo atrapa en el síntoma y ponerlo a funcionar en otras cadenas
significantes, otras palabras que producirán otras vidas. POR ESO ES
QUE NO HAY PASOS, PAUTAS COMO EN LA PSICOLOGÍA, EL PSICOANALISTA VA
DETRÁS DEL PACIENTE, NO SE METE EN SU VIDA, LE AYUDA A PRODUCIR LO
INCONSCIENTE, ESE PATRÓN DE DESEO QUE LE HACE LLEVAR ESA VIDA Y NO
OTRA, ESAS RELACIONES Y NO OTRAS, ESE SÍNTOMA Y NO LA SALUD.
POR ESO QUE ES UN PROCESO, ASÍ ES COMO SE TRABAJA. EL PSICOANALISTA TRABAJA SU FORMACIÓN, ESTAR SUJETO A LA TEORÍA, A SU PSICOANÁLISIS PERSONAL Y LAS SUPERVISIONES, PARA NO INTERCEDER CON SUS PROPIAS CUESTIONES EN EL PACIENTE, PORQUE LA INDENTIFICACIÓN, SI EL PROFESIONAL NO SE PSICOANALIZA, ACONTECE. NADA DE LO HUMANO ME ES AJENO.
No está sujeto a la subjetividad del psicoanalista, porque eso es como decir que está sujeto a su opinión, a su capricho. El psicoanalista se sostiene en la articulación de su profesión. Puede decir frases diferentes de otro psicoanalista, de otro imaginario, en esa particularidad, pero están tejidas en la teoría científica, y no puede errar, más que nada porque es ROMPER CADENAS SIGNIFICANTES, NO ES UN ACIERTO DE DECIR ESTO ES LO QUE TE PASA, es una ciencia de efectos, después sabremos.
Por eso que no es cuestión de decirle lo que tiene que hacer, darle consejos, enfrentarlo a las situaciones de miedo, etc. porque siempre hay un desplazamiento de eso que dice en otra cosa
la psicología trabaja los comportamientos, la conducta, sigue el orden de la razón. La Psiquiatría a la química del cerebro, los neurotransmisores y la recaptación de por ejemplo la dopamina, serotonina, etc, pero sino se conoce, no se sabe lo que es el INCONSCIENTE, ocurre como en tiempos precientíficos donde no se sabía que son los microbios los que producen la fiebre. Se le llama “fiebres” a toda infección y se trataba haciéndole sangrías al paciente, extrayéndole y renovándola, cuando no se iba al foco, se confundía los síntomas con la enfermedad.
Así ocurre también con los trastornos psíquicos, se confunden los síntomas con la enfermedad, porque los síntomas son un disfraza de ese deseo inconsciente, igual que la fiebre es el síntoma de la actuación de los microbios.
POR ESO QUE ES UN PROCESO, ASÍ ES COMO SE TRABAJA. EL PSICOANALISTA TRABAJA SU FORMACIÓN, ESTAR SUJETO A LA TEORÍA, A SU PSICOANÁLISIS PERSONAL Y LAS SUPERVISIONES, PARA NO INTERCEDER CON SUS PROPIAS CUESTIONES EN EL PACIENTE, PORQUE LA INDENTIFICACIÓN, SI EL PROFESIONAL NO SE PSICOANALIZA, ACONTECE. NADA DE LO HUMANO ME ES AJENO.
No está sujeto a la subjetividad del psicoanalista, porque eso es como decir que está sujeto a su opinión, a su capricho. El psicoanalista se sostiene en la articulación de su profesión. Puede decir frases diferentes de otro psicoanalista, de otro imaginario, en esa particularidad, pero están tejidas en la teoría científica, y no puede errar, más que nada porque es ROMPER CADENAS SIGNIFICANTES, NO ES UN ACIERTO DE DECIR ESTO ES LO QUE TE PASA, es una ciencia de efectos, después sabremos.
Por eso que no es cuestión de decirle lo que tiene que hacer, darle consejos, enfrentarlo a las situaciones de miedo, etc. porque siempre hay un desplazamiento de eso que dice en otra cosa
la psicología trabaja los comportamientos, la conducta, sigue el orden de la razón. La Psiquiatría a la química del cerebro, los neurotransmisores y la recaptación de por ejemplo la dopamina, serotonina, etc, pero sino se conoce, no se sabe lo que es el INCONSCIENTE, ocurre como en tiempos precientíficos donde no se sabía que son los microbios los que producen la fiebre. Se le llama “fiebres” a toda infección y se trataba haciéndole sangrías al paciente, extrayéndole y renovándola, cuando no se iba al foco, se confundía los síntomas con la enfermedad.
Así ocurre también con los trastornos psíquicos, se confunden los síntomas con la enfermedad, porque los síntomas son un disfraza de ese deseo inconsciente, igual que la fiebre es el síntoma de la actuación de los microbios.
Laura
López Psicoanalista Grupo Cero
Telf.: 610865355www.psicoanalistaenmalaga.com
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