MANDAR A LOS NIÑOS AL SILLÓN DE PENSAR
¿Se imaginan si cada
vez que hacen algo que “no está bien”, “incorrecto “, les
mandan a un sillón para pensar y reflexionar? Cada vez se muestra
más el gran desconocimiento de la psiquis humana y el afán
conciencialista que genera aislamiento, pensamiento cartesiano y
represivo. Es a través del amor que el niño va renunciando a
cierta cuota de narcisismo y es a través del lenguaje, que puede ir
nombrando la realidad, conquistando su cuerpo y estableciendo las
relaciones en ese entramado de identificaciones y afectos que nacen
en el seno de la familia (celos, envidia, deseo, amor, hostilidad...)
Mandarlos a pensar, reflexionar ¿para qué? ¿qué tienen que
reflexionar? ¿un comportamiento? Hay que hablar, ayudarlos a nombrar
eso que no saben y que actúan irremediablemente en los berrinches,
en ciertos comportamientos... ¡Se hacen lecturas ingenuas y se
tildan todas las acciones iguales y con las mismas respuestas! ¿Dónde
queda la escucha y el habla? Se genera introversión, afán de
control y aislamiento. Si no hay un pensamiento científico que nos
ayude a pensar la realidad psíquica, caeremos en opiniones y lecturas
ingenuas. Por ejemplo, familia donde nace un nuevo hermanito y el
niño que antes era el rey de la casa, comienza a hacer trastadas. La
última, esconder la ropa del bebé mientras lo bañan. No es
cuestión de pensar lo que ha hecho, sino ayudarle a elaborar los
celos que aparecen generando su comportamiento. Mandar a pensar es
construir un mundo interior, donde se crece en el narcisismo, en el hablar
con uno mismo y se entra en un pensamiento obsesivo. Como no
cambiemos nuestras formas de pensar la educación, nos haremos
autistas, cada uno en su burbuja arreglándoselas como pueda.
La educación no es
sin palabras, con amor. Y pensar no es del orden de la introspección,
sino de hablar. Cuando uno habla es que sabe cómo piensa.
Pronunciando palabras, dejarse sorprender de lo que éstas dicen
entre sí. Pensar es del orden de hablar, de salir de uno mismo, y
cursa de forma inconsciente. El sillón, mejor para sentarse y
hablar con otro ser humano.
Laura López,
Psicoanalista Grupo Cero
Telf.: 610 86 53 55
www.lauralopezgarcia.com
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