EN RESPUESTA A UN ARTÍCULO PUBLICADO EN EL DIARIO SUR “¿TIENE SUEÑOS RAROS CADA NOCHE? NO ES EL ÚNICO: SEPA PORQUÉ.”
El artículo dice que la
“pandemia ha dado lugar a este nuevo fenómeno que experimentan
cientos de personas”. No es cierto, no es un fenómeno nuevo,
Sigmund Freud desarrolla la teoría del Inconsciente, el
Psicoanálisis, a partir de sus escritos de “La Interpretación de
los sueños” en el año 1900, donde produce el concepto de
inconsciente. Ya nos habla de que los sueños pueden ser de tres
clases: los que tienen sentido y comprensibilidad, lo que no tienen
sentido y sí comprensibilidad y los que ni tienen sentido ni
comprensibilidad. Es decir, que los sueños, si hablamos de “rareza”
¿tal vez quiere decir lo que no se entiende?. Los sueños son el
guardián del reposo y muestran formas enrevesadas, absurdas, porque
hay una censura entre el sistema consciente e inconsciente que
deforma los deseos inconscientes, infantiles, sexuales reprimidos
para que nuestra conciencia no sepa nada de ellos. Los sueños
tienen un significado, un sentido, después de la interpretación
psicoanalítica. El sueño manifiesto (lo que decimos que hemos
soñado), ya es una elaboración a través de nuestros mecanismos
psíquicos. El sueño latente es mucho más rico. Olvidamos los
sueños por la censura, y siempre tenemos la sensación de haber
dormido más, porque el contenido latente es mucho más rico.
Nuestro desear está en permanente actividad, incluso cuando
dormimos, lo que pasa que la censura, que también está en la vida
despierta, también se relaja en el dormir.
No es un efecto
colateral del covid-19 como indica el artículo, es un fenómeno
psíquico que viene ocurriendo desde tiempos prehistóricos,
desde que el hombre atraviesa el lenguaje.
Indica que “la
actividad onírica se dedica a recoger y procesar por la noche una
gran cantidad de información que de forma consciente e inconsciente,
recopilamos durante el día...La contrasta con la vida emocional”.
Mezcla términos que escogen del Psicoanálisis pero nada más,
confunden al lector, mostrando una gran ignorancia utilizando
conceptos que no explican, que parece algo “flotante o mágico”
que no aclaran. El material que se utiliza en los sueños son restos
de la vida diurna, representaciones sin importancia del mismo día
del sueño que precisamente se utilizan por no estar cargadas de
afecto. O bien representaciones que sí tienen importancia de ese
día pero que están en conexión con deseos inconscientes reprimidos
y también con representaciones que corresponden a épocas
infantiles. Ese es el material que se utiliza en los sueños, pero el
motor del sueño son los deseos inconscientes reprimidos, aquellos
que nos fundan como sujetos psíquicos y que son del orden de deseos
egoístas, incestuosos, hostiles, que tuvimos que reprimir para poder
hacernos psíquicos y sociales, pero que permanecen vivos en mi
en calidad de reprimidos y que producen efectos en mi realidad.
Es falso,como dice el
artículo que “recrean escenarios inventados para entrenar al
cerebro sobre la respuesta que tendríamos en la vida real” ¿de
dónde se sacan tamaña tontería? Están en una época
precientífica. Parece que hablan de un videojuego en lugar de la
descripción de los mecanismos psíquicos que nos desvela Sigmund
Freud a través de los sueños. Cuando hay un acontecimiento
traumático en la persona (con traumático nos referimos a un impacto
psíquico para la persona, donde le sobrecoge por la cantidad de
estímulo), a través de los sueños es que se elabora esa escena
traumática, como si fuese el sueño una válvula de nuestro aparato
psíquico, pero no recrean nada para la respuesta en la vida
real. El sueño utiliza elementos, frases, pero para valerse de
ellos para manifestar un deseo de forma alucinatoria pero disfrazado,
porque nuestra conciencia no debe saber nada de esos deseos que
tienden a expresarse. Hay deseos que no nos confesaríamos ni aún a
nosotros mismos.
No es que “el cerebro
intenta asimilar ese cúmulo de emociones experimentadas durante el
día para contrarrestar la ansiedad”, ni tampoco es una presión
como dice el artículo, sino que habla el sueño de una persona
angustiada. Las pesadillas, el insomnio, muestran la angustia del
sujeto. Los sueños “son estrafalarios” por obra de la censura.
Hay unos mecanismos psíquicos, que son el trabajo del sueño
(condensación, desplazamiento, puesta en escena y elaboración
secundaria) que operan y producen la deformación. Los sueños,
después de la interpretación psicoanalítica, tienen un sentido.
El artículo dice que “mejor no hablar de los sueños, que así se
resta estrés”- Si hay estrés no es por los sueños, ni por
hablar de ellos, esa persona estaba angustiada, y precisamente los
sueños son una vía regia al inconsciente. Están hablando de un
conflicto psíquico de la persona. Los sueños y los síntomas
tienen un sentido, y esa es la genialidad que nos mostró Freud y de
cómo funciona nuestra mente. Tanto sanos como enfermos a través del
fenómeno onírico .
Dice que la intensidad,
la frecuencia, el contenido de los sueño en circunstancias de estrés
mental como se vive actualmente, afectan al estado de bienestar
general de quien los tiene. Y que “cuando se descontrolan , a
veces en forma de pesadilla, la salud se resiente” y también “
que hay hábitos de desconexión que ayudan a que este fenómeno no
vaya a más”. Esa persona ya tiene angustia, los sueños hablan
de su realidad psíquica, es un termómetro que nos indica que algo
está pasando, una alerta. Hay que indicarle que empiece una terapia
en psicoanálisis para ayudarle a resolver sus angustia, no mandarle
a que se relaje, ni que cene poco. Los sueños no son “una
salida a las preocupaciones”, ese tipo de sueños son sueños de
angustia, hablan de un trastorno psíquico.
Por favor, lean a
Sigmund Freud, La interpretación de los Sueños, un texto que data
ya del 1900. No sean ignorantes. Poner a un doctor en un artículo
para hablar de los sueños y que ni siquiera se ha leído Freud,
diciendo tamaña cantidad de barbaridades, es poco menos que estar en
otro siglo y negar los avances de la ciencia. La ciencia nunca se
detiene.
Hoy más que nunca,
Psicoanálisis para todos. El psicoanálisis es un derecho y todo el
mundo quiere psicoanalizarse. Dejen de negar la verdadera ciencia de
lo psíquico que produce salud en las personas, inteligencia, amor,
civilización, trabajo...
Laura López,
Psicoanalista Grupo Cero.
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