¿CÓMO TE MANEJAS EN LA VIDA? leyendo a Freud
Los trastornos nerviosos van a depender de cómo gestionamos nuestras pulsiones, frente a la realidad, la moral...Nuestro yo, que quiere contentar a varios amos (ello, superyo), de ahí las llamadas "servidumbres del yo" ha de tener en cuenta la realidad, regirse por el principio de realidad, que a su vez también tiene en cuenta el del placer. Hay deseos que no son convenientes, no se pueden llevar a cabo, y tienen que transformarse. Esas pulsiones tienden a la satisfacción, a un fin, y sabemos que los síntomas son esas satisfacciones sustitutivas. Son actos psíquicos completos, que hablan de una satisfacción "deformada", que a una parte de nuestro aparato psíquico satisface, pero claro, a otra no. A la persona le parecen ajenos a sí misma, pero también forma parte de ella, es una mala solución de gestión por así decirlo, pero incontrolable, la persona no lo puede manejar, es inconsciente, como automático, por eso que no es cuestión de fuerza de voluntad, de controlar, "tomar conciencia", es como un resorte, una fijación a procesos madurativos anteriores, donde va a tomar esa vía para "no romperse". Al igual que una presa con un torrente de agua contenida a punto de desbordarse, necesita una salida y a veces sale como puede, porque no hay infraestructuras sufientes por ejemplo. En el ser humano vemos que es esa cantidad de libido y la posibilidad de satisfacerla y derivarla de una manera o de otra va a depender que la persona enferme o no.
Lo que Freud nos mostró es que los síntomas tienen un significado, un sentido al igual que los sueños, y son como la realizacion de un deseo, pero reprimido, sexual, infantil, que tiene que ver con esos deseos primitivos que se tienen que reprimir para civilizarnos, convirtiéndonos en un sujeto dividido, como si hubiera una parte latente y otra manifiesta en nosotros. No es exactamente así, pero es como que en nuestras producciones de la vida siempre va a estar presente esa sobredeterminación inconsciente. Uno de los destinos de esas pulsiones es la sublimación. Es algo así como si estos deseos no se pueden llevar a cabo, y los transformo. Eso de primitivo que hay en mí, lo transformo en una creación social, en el amor, el trabajo... Construyo, no destruyo ni me enfermo.
Civilizarnos es posible con Psicoanálisis, es una forma de conocernos y transformar esas tendencias en nosotros y que siempre están presentes, reprimidas, en darle esa pirueta, ese giro, ese trabajo de continuar construyendo nuestra humanidad. Vemos de la importancia de lo mental, de cómo a veces no remamos a nuestro favor, de cómo hay contradicciones, sufrimientos, inhibiciones o dificultades para nuestro desarrollo, para construir el amor. La interpretación psicoanalítica de esa realidad psíquica de la que padecemos nos abre sentidos al mundo, y no quedarnos enganchados a nuestra historia particular del desear, todo un proceso madurativo, que te ayudará a abrirte a otras posibilidades, y a seguir mantentiendo lo que te conviene.
Laura López, Psicóloga, Psicoanalista
www.lauralopezgarcia.com
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