NO ME LLAMES ILUSO PORQUE CREAS QUE TENGA UNA ILUSIÓN



  Una ilusión es algo que nuestra imaginación sugiere, o bien está causada por el engaño de nuestros sentidos. Algo que se estima ilusorio, se presenta como irreal, sin valor, producto de una fantasía ¿Pero cómo hacer tangible algo de lo que se considera 'castillos en el aire'? Nada existe previamente, todo se construye, todo es producto-efecto de un trabajo. El valor, según Marx, depende de la cantidad de trabajo que lleve incorporado, y la realidad, es lo que tú digas y hagas de ella. Dentro de un mismo mundo, se podrán producir diversas realidades ¿de qué depende habitar en una o en otra o mejor dicho, producirla? ¿Suerte? Grandes destinos van a tener grandes obstáculos. Si estos me van a impedir caminar, tal vez no coincida lo que digo querer con lo que realmente deseo. No seríamos beneficiarios de grandes descubrimientos que han ido en contra de la moral imperante, de duras adversidades, si esas personas no hubieran trabajado para ello, personas donde conceptos como tiempo y dinero, fueron una variable a construir. Si nuestros deseos no conciben el movimiento, se encadenan a excusas que me detienen, disfrazadas de 'lógica'. ¿No queda la sensación de que tal vez se podría hacer más? Ponernos en circulación para construir nuestro propio deseo implica reinventarse, tejer lazos sociales que nos sostienen, nos enriquecen...Gozar con ello, porque los resultados, vendrán solos. No me llames iluso, llámame trabajador.
Laura López psicóloga-psicoanalista
lauralopez@psicoanalistaenmalaga.com
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