¿TRABAJAR PARA VIVIR O VIVIR PARA TRABAJAR?



   Paralizados, doblegados en esta cuestión, rozamos nuestra entrada al mundo. ¿Papá o mamá? Ni lo uno, ni lo otro: Trabajar para AMAR en infinitivo, como infinitas son las formas para ello, pero que es la base de la felicidad humana. Y en mayúsculas, porque es lo que nos hace grandes, humanos y mortales. Antes de acariciar la vida con nuestros goces y apetencias, otros ya existían y recorrieron un camino para que ello fuera posible, dieron lo que no tenían a quien no es. Podemos disfrutar de la tecnología, de algo tan necesario como la luz, el agua corriente...porque otros lo desearon y lo construyeron. Aquello que reclamo como derecho de goce, es el legado de otras personas. Si mi narcisismo y mi egoísmo me envuelven cada mañana como niebla que entibia mis ojos, me impedirá caminar. Me quedaré en la bruma, mirando en dirección al mar, intuyendo el movimiento de las olas, dejándome mecer y espectador de otras vidas. Inmortal en los brazos del arrullo del mar, no conoceré la distancia entre las olas y mis ojos, esencia de muerte y principio de vida, que nos marca el límite en nuestro despertar
Laura López psicóloga-psicoanalista
lauralopez@psicoanalistaenmalaga.com
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