QUE SÍ, QUE SÍ, SEGURO QUE FUE POR EL CORTISOL

 


   Hay una tendencia en pensarse de una manera reduccionista, que quiere decir reducir y simplificar al ser humano a sus manifestaciones fisiológicas por ejemplo, hablando de neurotransmisores y de hormonas, de niveles alto o bajos intentando explicar que lo que a uno le pasa es que tiene los niveles de cortisol, digámoslo, altos y necesita una pastilla para bajárselos. Ni la erección funciona así oiga. Estamos atravesados por el lenguaje, por nuestros deseos, somos consciente e inconsciente. Queremos seguir engordando la ilusión de que una pastillita va a hacer todo por mí, que como es algo orgánico pues yo no tengo nada que ver, que eso son los niveles de cortisol, no yo. ¿Y mis deseos, y mi historia personal, mi posicionamiento psíquico en la relación conmigo mis@ y con los demás, en mis pasos vitales en la vida? ¿No cuentan?

   Ahora cualquiera te habla de los niveles de cortisol para explicarte hasta que ganó la lotería porque los tenía muy altos. ¡Pero qué moda oiga! ¡Cómo se nombra a la ligera! ¡Qué engaño! Echémosle la culpa al cortisol, sí, para seguir cerrando la boca y que eso que me pasa no tiene nada que ver conmigo. Si es que hay otras formas de hablar, y Freud nos mostró que los síntomas hablan, pero no sólo los orgánicos, también a nivel de las relaciones, de lo social, del trabajo, de la creación, de mis pasos vitales....

Se me cayó el bolígrafo, bueno, ya estarán diciendo sí, es que tenía el cortisol bajo....

Yo me psicoanalizo. Ahí se destapan y puedo producir otras posibilidades con mis deseos reprimidos. Mejor cuidar la salud mental y no poner excusas. Como en Casablanca, siempre quedará París...pero yo, sigo.   

Habla, te escucho. 


Laura López Psicóloga-psicoanalista

en formación con Grupo Cero

www.lauralopezgarcia.com

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