¿POR QUÉ EN LOS ESCUDOS DE GUERRA, EN LA ANTIGÜEDAD UTILIZABAN LA CABEZA DE MEDUSA COMO MEDIO PARA ATERRORIZAR AL ENEMIGO?


   También es un personaje utilizado como villano, con muchos tentáculos alrededor de la cabeza, simbolizando un horror, ¿a qué se refiere exactamente? Vemos cómo el ser humano, a través del mitología sabe y no sabe... Freud nos desvela los secretos de nuestra mente, pone en juego, redimensiona nuestra verdad, le da un sentido, un significado a todo lo que acontece en el ser humano, pasa por la ciencia el suceder humano. 



Atenea, la diosa de la sabiduría y la guerra, incorpora la cabeza de Medusa en su escudo, la égida, simbolizando así el poder aterrador utilizado para proteger contra las fuerzas del mal. La cabeza de Medusa se convierte así en un símbolo apotropaico, desviando el mal y asegurando una protección divina. 

En las obras de arte suele representarse el cabello de la cabeza de la Medusa en forma de serpientes. Esto deriva del complejo de castración. 
Decapitar es como castrar. El terror a la cabeza de medusa es un terror a la castración, relacionado con la vista de algo. Hay una etapa en el desarrollo sexual infantil donde, el niño ve, infiere, los genitales femeninos, y la ausencia de pene le llevan a una causa de horror, porque creen entonces en la amenaza por la manipulación de su sexo (relacionado con las fantasías hacia la figura materna, su primer amor). La visión de la cabeza de medusa  paraliza de terror a quien la contempla, lo petrifica, y está relacionado con la visión de los genitales femeninos (donde no hay pene). Las serpientes de alrededor, es la visión del vello púbico y la multiplicación de símbolos fálicos intrincados con la castración.  Se desatribuye así ese ideal esa completud, lo que se llama esa madre fálica, totipotente. 
 

Athenea, la diosa virgen, lleva este símbolo del horror sobre sus vestiduras, es una mujer inabordable que repele todo deseo sexual, ya que ostenta los genitales terroríficos de la madre, donde se va a poner en juego la diferenciación sexual, la construcción de los masculino y lo femenino. Ese horror habla de la angustia, el paso a construir las diferencias, a la renuncia de nuestra sexualidad infantil. La sexualidad adulta es a condición de reprimir la sexualidad infantil. Cómo nos jugamos en la vida, en nuestras relaciones, nuestra posición habla de todas estas cuestiones psíquicas, de cómo un sujeto es psíquico cuando es social, y quedarse en esos espejismos de la infancia se reflejan en los síntomas. Apasionante la ciencia psicoanalítica.
 
Laura López, Psicóloga- Psicoanalista 
www.lauralopezgarcia.com

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