ACERCA DEL REPROCHE Y EL SENTIMIENTO DE TRAICIÓN.
(Pintura de Sergej Vasilevic Ivanov)
El nacimiento de un hermano menor produce regularmente determinada reacción en un niño: se siente traicionado por su padre y su madre. Puede trasnferir totalmente o en parte el reproche de traición y el odio a los padres hacia el hermanito.
El niño que se desarrolla normalmente se libera de este odio y del sentimiento de traición mediante una identificación típica: se transforma en padre del niño y a éste en él mismo. Pero en un desarrollo menos normal el reproche de traición permanece adherido al hermano menor y el mayor cotinúa sospechando durante toda su vida que los amigos que representarán más tarde a áquel, lo traicionarán también.
El sentimiento de traición recién descripto surge de la frustración de deseos tanto activos como pasivos de la libido; pero algo mucho más grave puede surgir de la represión de la pasividad hacia el padre. Puede llegar a los hombres a la forma persecutoria de la paranoia: la manía de persecución.
Generalmente el que sufre de manía persecutoria cree ser perseguido y traicionado por la persona a quien ama más intensamente. A menudo la manía de traición y persecución no se basa en ningún hecho sino que emana solamente de la necesidad de escapar de la persona amada, porque el amado excita pero no satisface la pasividad del enfermo. Si el que sufre puede creer que la persona que ama tan ardientemente lo traiciona y persigue, entonces es capaz de poner odio en lugar de amor, y de huir de la persona amada.
Es fácil enconctrar la fuente de todos los casos de desconfianza injustificada y de manía de persecución, en una pasividad reprimida hacia el padre.
Sigmund Freud
Laura López Psicóloga-Psicoanalista- Perito Judicial
(en formación con Grupo Cero)
www.lauralopezgarcia.com
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