YA LO PENSARÉ MAÑANA
Y el mañana nunca
llega...según nuestra actitud ante las cosas podremos abarcar más o
menos sufrimiento en nuestro vivir. Rehuir y esconderse conforman un
escudo de protección ilusoria donde trabajar, amar, el encuentro con
los otros... pueden transformar un camino de ilusiones en amargas
estatuas de sal, donde la mirada se ancla y no cruza un horizonte de
nuevas oportunidades. Nadie es indiferente a nadie y hay
situaciones, otras personas...que pueden llegar a despertar ciertas
reacciones, hacer surgir sentimientos, emociones... por lo que hay
una tendencia a evitarlo. En realidad es una manera de relacionarnos
con nosotros mismos, con nuestros fantasmas relegados al plano
inconsciente de nuestro psiquismo, pero que siempre van a reflejarse
en nuestro comportamiento: esa idea de inmortalidad. Antes que
nosotros ya hubo alguien y después seguirán existiendo los otros.
Vivir en la incertidumbre, es vivir. Si siempre vamos posponiendo
decisiones, encuentros...no nos harán sentirnos vivos. Lo que nos
distingue de los animales es esa idea de la muerte: porque sabemos
que vamos a morir, es que entramos en los compases de la vida. ¿crees
entonces que vas a vivir eternamente?
Laura
López psicóloga-psicoanalista
lauralopez@psicoanalistaenmalaga.com
610865355
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