SUPUESTO FRAGMENTO DE UNA SESIÓN DE UN PACIENTE CON OBSESIONES
ESTAS
OBSESIONES NO ME DEJAN VIVIR. ME MONTO EN EL METRO Y ME PONGO MUY
ANGUSTIADO PORQUE LA GENTE ME TOCA, ME ROZA, Y TEMO CONTAGIARME DE
ALGO. EL OTRO DÍA ME PASÓ QUE FUI A UN SERVICIO PÚBLICO, PORQUE
NO PUDE AGUANTAR MÁS Y ME ANGUSTIÉ MUCHÍSIMO, ESTABA MUY SUCIO Y
CUANDO LLEGUÉ A CASA TUVE QUE LAVARME LAS MANOS, LA ROPA, DUCHARME
VARIAS VECES. APENAS TENGO RELACIONES CON LA GENTE. QUIERO MUCHÍSIMO
A MI MUJER, INCLUSO LE CONTABA QUE UN AMIGO ME DIJO DE IR CON
PROSTITUTAS Y CLARO QUE LE DIJE QUE NO, YO QUIERO A MI MUJER, Y SE LO
CONTÉ A ELLA, NO SÉ, ASÍ, COMO CONVERSANDO. ANTES CUANDO ERA JOVEN
SI HABÍA IDO ALGUNA VEZ, PERO AHORA NO PIENSO EN ELLO, PORQUE YO
QUIERO MUCHO A MI MUJER.
NO
PUEDO TAN SIQUIERA JUGAR CON MIS HIJAS EN EL PARQUE, PORQUE ESO DE
TIRARME AL SUELO, CON LA PELOTA, PIENSO QUE ME VOY A CONTAMINAR. LA
PASADA SEMANA VINO UN FAMILIAR DE MI MUJER QUE NO SABÍA NADA DE MI
ENFERMEDAD Y SE SENTÓ EN EL SOFÁ. ME EMPECÉ A ANGUSTIAR MUCHÍSIMO
PORQUE EMPECÉ A PENSAR EN LA DE SITIOS EN QUE SE HABRÁ SENTADO CON
ESA ROPA, A QUIÉN HABRÍA TOCADO...Y LE TUVE QUE EXPLICAR PARA QUE
SE FUERA.
YO
QUIERO MUCHO A MI MUJER, ES MI MUJER PARA TODA LA VIDA, Y EL
TRATAMIENTO LO HAGO POR ELLA, PORQUE SE VA A CANSAR DE ESTAR
CONMIGO, DEBE SER HORRIBLE ESTAR CON ALGUIEN ASÍ.. DEJA EL
TRATAMIENTO TRAS LA PRIMERA SESIÓN
Los
síntomas, al igual que los sueños, tienen un sentido, una
interpretación. Son una metáfora de algo que acontece a nivel
psíquico, un conflicto que aparece solucionado como síntoma. El Yo
media entre la instancia del Superyo (la moral) y el Ello (ese
caldero de deseos, energía libidinal o sexualidad infantil
reprimida).
Hay
personas que no toleran tener deseos hacia otras personas. Un hombre
que tanto ama a su mujer ¿cómo va tener esos deseos hacia otras
mujeres u hombres? Porque el deseo no tiene ética ni moral... Una
cosa es desear y otra hacer. Todos deseamos las mismas cosas y nos
diferenciamos en la manera de renunciar a ellas, que puede ser
incluso a través de la enfermedad.
Su escrupulosidad en la limpieza, en el contacto con la gente, habla
de otra clase de limpieza, que tiene que ver con su moral, tal vez de
algo que ha deseado, fantaseado y que ni siquiera ha podido llegar a
la conciencia y ha reprimido. Pero esa represión falla y esa
energía libidinal se disfraza, montada en otra representación para
que no se sepa nada de ella, del verdadero deseo inconsciente. Por
eso son tan absurdos y se abrochan a algo tan cotidiano como lavarse
las manos, limpiar, pero de una manera muy exagerada y sin lógica
aparente. No tiene lógica para la razón, pero para el Psicoanálisis
sí. Un acto cotidiano como lavarse las manos, la ropa, la limpieza,
tiene que ver con otra clase de limpieza, un limpieza moral. Es una
metáfora, de algo con referencia a lo sexual.
En
lo que relata esta persona dice que cuando está con otras personas,
le rozan, se sienta en sitios, teme contagiarse. Tiene que ver con el
deseo que le acontece ante otras personas (a nivel inconsciente) y
que trata de evitar. Los demás son para él tentaciones en ese amor
idílico. Un afecto muy exagerado hacia algo o alguien, una
reiteración en ese decir, hay que sospechar que también está todo
lo contrario. Las relaciones están envueltas en una ambivalencia de
afectos, es estructural. Trata de cercenar esa relación, eliminando
al mundo. Recuerda a una relación materno filial, donde la madre y
el niño son uno solo. Pero esa ambivalencia afectiva está
expresada en la frase “yo quiero mucho a mi mujer, es mi mujer para
toda la vida y el tratamiento lo hago por ella, porque se va a cansar
de estar conmigo, debe ser horrible estar con alguien así”, y
decide dejar el tratamiento.
También
llama la atención cuando le habla a la mujer de que sus amigos le
dijeron de ir con prostitutas, y recuerda cuando era joven e iba,
poniendo ahí en juego un deseo coartado. Tal vez le esté indicando
a ella que tome otra posición en la relación, o tal vez la
consecuencia es que ella le “prohiba” que mantenga contacto con
esos amigos, para tener menos tentaciones. Sólo después sabremos.
El
psicoanálisis permite transformar a la persona para producir goces
más civilizados y tolerar los deseos. También hay que decir que
las obsesiones tienen ramificaciones en su estela familiar que
repite en la actualidad, tal vez la ambivalencia al padre y su
acercamiento con la madre. Ya aconteció algún episodio de neurosis
en su niñez.
Laura
López Psicoanalista Grupo Cero
Experta
en Toc y obsesiones
Telf.:
0034 610 86 53 55
www.psicoanalistaenmalaga.com
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