ME CUESTA TANTO OLVIDARTE
Las relaciones se
transforman, incluso llegan a romperse, hay separaciones, encuentros
con otros...La vida sentimental de toda persona está sujeta a
cambios, como ocurre en otros aspectos de la esfera personal. Hay
pensamientos generales, ideologías imperantes, que nos hacen ver
cuestiones cotidianas de forma neurótica y carentes de todo sentido
crítico e incluso llegan a no ser saludables. Sobre todo ocurre en
aspectos relacionados con el amor, que nos llenan de prejuicios y de
cuestionamientos acerca de lo que debe o no debe ser. Parece que
cuando se rompe una pareja, si se produce un estado depresivo o no
puede olvidarse a esa persona inclusive durante toda la vida es
prueba inefable de un amor “verdadero”, “el amor de su vida”.
Ya caemos de nuevo en tópicos fatales, que tanto enclaustran a una
persona en un pensamiento y tanto daño provocan. Al contrario de lo
que se piensa, cuando una relación, un objeto amoroso es abandonado
(sea por una parte o por otra), tras ese periodo de duelo, esa
tristeza habitual y necesaria y ese paulatino desligar su líbido del
objeto, esa persona ha de ser capaz de SUSTITUIR (por otra persona, o ideal, o cualquier otra cosa). Ese es todo
criterio de salud, y si no lo logra,no es que no lo haya superado de
tanto amor que le profesaba, es porque estamos hablando de una
depresión, que no es una prueba de amor verdadero, es un trastorno
muy grave, que nada tiene que ver con la persona de la que uno se
enamora.Es un posicionamiento psíquico ante una pérdida, que hace
que te identifiques a ella y no permite ver nada más.Quien más ha
amado a otra persona es quien antes puede sustituirla, porque si no,
para el psiquismo estamos hablando de un amor materno-filial,
neurótico, en cuyo imaginario (porque una cosa es la realidad
objetiva y otra la psíquica) es la madre. Es decir, sabemos que el
ser humano para entrar en el mundo y gozar de su condición de humano
y sujeto psíquico ha de ser capaz de sustituir a su madre, a su
padre, por otras mujeres,por otros hombres, si no es capaz, es porque
para él o para ella, es la madre, aquella función que en todo nos
saciaba. Lo que aparentemente parece un amor de los de verdad (muchos
dirían),es precisamente todo lo contrario, porque también habla de
cierto narcisismo en ese mecanismo de identificación, amarse a sí
mismo en el otro, no amarlo en su verdadera dimensión.También se
desmoronó ya la idea de la media naranja, así que no te exprimas
más porque si no puedes trabajar, amar de nuevo, ilusionarte con
otras cosas... tal vez tengas que permitirte cruzar el puente hacia
el mundo, y mirar de frente a la humanidad. Y si solo no puedes o tal
vez has sentido cierta aversión al leer esto, planteáte a qué
prejuicios te encuentras atado, que no te dejan ver las oportunidades
que la vida te brinda. Consulta con un psicoanalista.
Laura López
psicóloga-psicoanalista
Telf 610865333
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