CUANDO LOS CELOS NO OS DEJAN VIVIR


    
    LOS CELOS SON ESTRUCTURALES EN EL SER HUMANO, ES IMPOSIBLE NO SENTIR CELOS, porque nuestro aparato psíquico se funda en torno a los mismos. Es por la llegada del tercero, la Ley del Padre, que me siento excluido de la escena y puedo desear, entrar en el orden del deseo humano, desviar mi mirada de la relación única con la función madre. HAY EN NOSOTROS UN MECANISMO PSÍQUICO MUY IMPORTANTE QUE SE DENOMINA REPRESIÓN. La represion es necesaria porque permite entrar en la civilización. Al ser humano le cuesta abandonar posiciones anteriores de la libido y, a través de dicho mecanismo, sucumbe a lo inconsciente, se reprimen ciertos deseos, hostilidades, etc., que no pueden llevarse a la acción. Cuando no puedo tolerar algún deseo en mí que, por otro lado, todos deseamos las mismas cosas, éste se reprime, que no quiere decir que se olvide, ya que pulsa en nosotros de una manera constante y viva, como motor del desear. Puede aparecer de manera disfrazada, apoyado en los mecanismos psíquicos de la proyección, el desplazamiento,etc.
   Para que haya dos personas tiene que haber tres, en el sentido de que EL MUNDO, LAS OTRAS RELACIONES, HACEN DARNOS CUENTA QUE SOMOS DOS PERSONAS DIFERENTES, si no, seguimos en esa relación primaria de simbiosis donde no existía nada alrededor. NADIE NOS PERTENECE, NI SIQUIERA NUESTRA MAMÁ, LA QUE TENEMOS QUE COMPARTIR CON EL MUNDO. Para que haya celos tengo que sentirme excluido de la escena.
DESEAMOS DESEOS, LOS OTROS, EL MUNDO, LAS RELACIONES, ESO ES LO QUE NOS MANTIENE VIVOS, LO QUE SOSTIENE NUESTRO CUERPO.
¿De qué manera estamos pensando el amor? Puede uno estar relacionándose con sus ideales y prejuicios en lugar de con el otro que tengo delante.
LOS CELOS SON NORMALES, SI SE PUEDEN PENSAR, SENTIR HASTA UN CIERTO PUNTO, PERO NO TOMAR LO QUE UNO SIENTE COMO SI FUERA LA REALIDAD SUPREMA, PORQUE SENTIR TIENE QUE VER CON LOS SENTIDOS, Y LOS SENTIDOS NOS ENGAÑAN. En cierta manera SE PUEDEN UTILIZAR PARA FOMENTAR EL DESEO en la pareja, para que en ese desplazamiento de la libido, pueda recaer de nuevo en la pareja, renovado, aireado. Están los celos normales, los proyectados y los delirantes. CUANDO YA SE PADECE DE ELLOS HAY QUE CONSULTAR, MEJOR CON UN PSICOANALISTA. Lo explicamos un poco más adelante para que veais cuál es la diferencia,
   Pues bien, tras esta breve introducción para situarnos en el campo en el que vamos a desplegarlo, el de la pareja, es importante que distingamos la realidad exterior, dígamos la material, de la realidad psíquica. Es decir, AL CELOSO O CELOSA PATOLÓGICO POR MÁS PRUEBAS DE REALIDAD QUE LE DES, POR MÁS QUE RENUNCIES PARA QUE VEA LO “PULCROS” Y “FIELES” QUE SOMOS (que por otro lado recuerda al momento en el desarrollo psicosexual en el que nuestra mamá era una santa, no la introducíamos en la categoría mujer), NO SIRVE PARA NADA. Nunca habrá suficiente prueba de amor para calmar los celos, aunque llegue al punto de que estemos encerrados entre cuatro paredes.
¿CÓMO ACTÚA UNA PERSONA QUE PADECE DE CELOS? LOS CELOS NO TIENEN QUE VER CON LA REALIDAD, TIENEN QUE VER CON LA REALIDAD PSÍQUICA, con lo que uno “tiene en su cabeza”. ¿Y ESTO QUÉ QUIERE DECIR? Por mucho que quiera razonarle, contradecirle no corresponde a ese orden, sino a una verdad que habla que se encuentra de manera latente en su decir. Te está hablando de una verdad pero en otro “lenguaje”. Somos un sujeto dividido, con una parte consciente y otra inconsciente entre otras complejidades teóricas, donde lo que veo está sobredeterminado por mis deseos. Lo que aparece en escena ya es el resultado de una transformación. A TRAVÉS DEL MECANISMO DE PROYECCIÓN, HACEMOS CON EL OTRO COMO SI FUERA NUESTRO ESPEJO, LO QUE REALMENTE HAY EN MÍ, PERO NO PUEDO VER. Inconscientemente hay deseos en mí, que no pueden salir a la luz, porque nos espantaríamos, pero que lo hacen disfrazados. No podemos huir de nosotros mismos, de nuestros deseos. Así, aparece la fórmula: “Yo no soy quien desea ser infiel, es mi pareja.” y esto no es algo que uno pueda razonar con el otro, porque también sufre, lo padece. Si castigo al otro, de alguna manera también me calmo, porque hay una culpa que necesita ese alivio. A veces, llega hasta la paranoia, con la fijación en una persona en concreto, y que tiene que ver con deseos homosexuales reprimidos (lo cual no quiere decir que seamos homosexuales, sino que no se toleran esos deseos.). Es importante apuntar que, a veces, a través de ciertas sustancias como el alcohol, la persona produce escenas violentas de celos. HAY PERSONAS ALCOHÓLICAS QUE ESTÁN MUY RELACIONADAS CON ESA INTOLERANCIA A SUS DESEOS, padecen de celos delirantes y son personas acusadas de una fuerte represión que utilizan el alcohol para poner en escena toda esta cuestión.
   DETRÁS DE LOS CELOS HAY UN DESEO. Hay algo de la otra persona, o de lo que se cela (a veces no es ni una persona, es algo que le hace sentirse excluido) , que uno realmente quiere. Ej.: celar de alguien cuya caracterísitica que resalta es que es arquitecto, o sabe idiomas ¿no será que a mi me gustaría ser eso? Los celos hasta pueden servirle a uno a ponerse a trabajar para conseguir lo que desea si pueden ser interpretados. También hay deseos que se despiertan en nosotros y que se hacen intolerables porque nuestra moral no permite que acontezcan. Tienen que ver con el orden de lo prohibido. Por ejemplo, desear a alguien que para nosotros esté vetado por el parentesco familiar, a un compañero/a de trabajo, amigos, a alguien del mismo sexo que ha despertado en mí un deseo irreflenable… EL DESEO NO TIENE ÉTICA NI MORAL Y NUESTRO POLICÍA INTERIOR LO VE TODO, AUNQUE NO APAREZCA COMO TAL EN LA CONCIENCIA.
   ¿Y LA OTRA PARTE, QUIEN LO SUFRE? En el relato de ciertas parejas HAY QUIEN SEÑALA PADECER DE UNA CULPA CONSTANTE DE LO QUE EL OTRO LE ACUSA, auque no haya hecho nada de lo que dice. La culpa es real, pero por otra cosa. La culpa forma parte de todos los seres humanos, porque siempre hay algo que uno desea, fantasea, que es amoral. En todos nosotros anida un caldero de pulsiones que, tras la represión, participan en la formación de nuestro aparato psíquico y que son el motor de nuestra vida, pero que, en ocasiones, cuando la represión falla, puede retornar en forma de síntoma. La culpa a uno le hace buscar castigo. A veces, a través de la elección de ciertas parejas se calma, porque en su relación se materializa ese castigo que, de alguna manera, “necesitan”.
Si su pareja sufre de celos patológicos, lo mejor que puedes hacer es indicarle que acuda a un psicoanalista, ni renunciar a nada ni razonarle, porque no es de ese orden. Tal vez también comenzando tú terapia puedas producir otras palabras y tranformar la posición en la relación. Deseamos deseos y  el hecho de que haya una trasnformación en ti, hace, en muchísimos de los casos, que el otro quiera acudir también. HAY UNA VERDAD QUE ESTÁ SALIENDO AHÍ, PONIÉNDOSE EN ESCENA Y QUE POR MUCHO QUE DIALOGUEMOS Y HABLEMOS, SERÁ UN DIÁLOGO DE SORDOS.
   LOS CELOS HABLAN DE UN DESEO QUE TIENE QUE VER CON SU REALIDAD PSÍQUICA, no para poner un investigador privado y ver qué pasa en su vida, qué hace oon el otro y la otra y explicarle, regañarle, y bla bla bla. ¡No es educación! Es algo inconsciente, que pulsa en forma de síntoma. La persona también sufre, se le escapa de las manos, no lo puede evitar padecer de ese martirio. PONER DE SU PARTE NO ES CONTROLARLO, FORZARSE, SINO IR A UN PSICOANALISTA , QUE ES EL PROFESIONAL QUE LO VA A ESCUCHAR EN LA DIMENSIÓN REAL DEL PADECIMIENTO Y TRANSFORMARLO DE MANERA DEFINITIVA. Necesita de una traducción, una interpretación de sus deseos incosncientes reprimidos para que no vaya a fastidiar a su pareja, para que pueda tolerar ciertos deseos en ella o él mismo y no haga síntomas de ello. Es como un sueño, en el que utiliza elementos de la vida cotidiana, personajes, para desplazar y expresar su deseo disfrazado. Por eso a veces es tan absurdo, además que teje a través de cualquier elemento nimio de la realidad una auténtica pelicula. Con el Psicoanalista terapeuta de parejas hay una liberación real de los síntomas y una construcción de la pareja.
   EL PSICOANALISTA ES UN PROFESIONAL ALTAMENTE ESPECIALIZADO EN ESOS PROCESOS QUE ACONTECEN EN EL SER HUMANO Y NO LOGRAN RESOLVER NI COMPRENDER. Con su escucha especializada, con la técnica asociación libre y las interpretaciones en el seno de la relación terapeútica, producirá algo que no existía en la persona, transformando esa parte de la personalidad que le entorpecia en el buen desarrollo de las relaciones.
López, Psicoanalista Grupo Cero
y experta en Terapia de Pareja y Sexualidad
Telf: (0034) 610 86 53 55
www.lauralopezgarcia.com 

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